En artículos anteriores ya adelantábamos las líneas que esbozaron los expertos para la «gran» reforma fiscal. El gobierno al final ha hecho lo que le ha venido en gana, retocando esas propuestas con una clarísima vocación electoralista, tras el inopinado fracaso de las elecciones europeas.
Nuestra intención es resumir, de forma veraz y sobre todo clara (evitando los tecnicismos) los cambios implementados por la reforma fiscal para el ciudadano medio, para el ahorrador y en definitiva, para el grueso de la población.
Aquí lanzamos nuestras claves:
-
Limosna mensual en la nómina. Si eres asalariado y cobras menos de 30.000 euros al año (más del 70% de la población aproximadamente) estás de enhorabuena. Cobrarás la «friolera» de 15 a 30 euros más al mes. No te van a sacar de pobre pero podrás ir al Burger un par de veces. Esto es posible gracias a la reducción de tramos (de 7 a 5 en 2016) y la bajada del tipo máximo (del 52% al 45%).
-
Eliminación de la deducción por alquiler. Para contratos firmados a partir del 1 de enero de 2015, no se podrá aplicar la deducción estatal del 10% de lo que pagabas por el alquiler. Para un alquiler de 500 euros mensuales, pierdes 50 de deducción al mes…
- Teóricamente las familias con hijos reducirán su factura fiscal, al gozar de más deducciones por descendientes.
-
Se reduce la aportación máxima a planes de pensiones, de los 10.000 euros actuales a 8.000 euros a partir del 2015. Afectará a ahorradores con rentas altas.
- Luces y sombras para ahorradores… Mientras los tipos de retención para intereses y depósitos se situarán siempre en niveles bastante superiores a 2011, se elimina la exención para los 1.500 primeros euros de dividendos. La noticia «buena» es que las ganancias generadas en menos de un año volverán a pagarse a un tipo fijo (el de la base del ahorro), en lugar de pagarse al tipo de la base general, casi siempre superior.
- Se pagará por las indemnizaciones por despido, cuando estas superen los 2.000 euros por año trabajado.
-
No sube el IVA, de momento. Solamente los productos sanitarios, que se van al 21%. No es difícil adivinar lo que puede pasar a partir de 2016, si el gobierno renueva legislatura, ¿verdad?.
-
Reducción del tipo de retención para actividades profesionales. A partir del 5 de julio vuelve a ser del 15% para los autónomos que ingresen menos de 15.000 euros anuales. Para el resto de profesionales las retenciones bajarán al 20% el año 2015 y al 19% el año 2016. En conclusión, teniendo en cuenta que en 2011 se subieron las retenciones «temporalmente» del 15 % al 21 %, los más afortunados se quedan como en 2011 y el resto pagarán un 4% más de retenciones.
- Se reforma el sistema de módulos, quedando este sistema exclusivamente para establecimientos de venta al público. Quedan fuera pues los profesionales del sector transporte y distribución.
En definitiva, más parches que reforma. Toda una decepción. Cambios legislativos que beneficiarían solo a priori a rentas bajas. Por el contrario, en muchos casos perjudicará a rentas medias y altas. Es paradójico el hecho de que la reforma no cumpla con muchas de las propuestas del comité de expertos.
Los contribuyentes sólo hemos visto modificaciones en el IRPF (todas las que hemos comentado) y en el Impuesto sobre Sociedades (las comentaremos). La reforma es pues leve, incompleta y probablemente ineficaz. Por supuesto no ha logrado simplificar el sistema fiscal, sino que lo ha complicado aún más.
En De Mesa y Vertiz Consultores le asesoramos respecto a todos los cambios y novedades legislativas. Contacte con nosotros.